Monday, March 27, 2006

EL VIAJE SIN RETORNO



El viaje sin retorno

Eran tiempos de amargura y soledad, eran tiempos en que lo denominamos como vida empezó a carecer de total sentido.

Pero nuestro amado salió a nuestro encuentro. Se nos acercó tanto, tanto, que nos hizo ver el brillo del amor en sus ojos. Sus manos, cálidas y fraternas nos hicieron sentir el origen de todas las cosas en medio de nuestro corazón tan limitado y tan ahogado en el mar de las preguntas sin respuestas. Su abrazo nos cercó y fue tanta la emoción que nos asustamos de la maravilla de su seducción, nunca nos habían amado tanto, nunca habíamos experimentado estar frente a un corazón tan grande, tan ancho, tan profundo, tan quebrantado, un corazón de amor, y porque no decir; el amor mismo, el amor en persona.
Pero todo no se queda ahí, somos invitados a iniciar un viaje junto a Él , una viaje sin retorno, un viaje de trato para llegar desde la podredumbre llena de oscuridad a la abundancia de luz.

Cerca de ti yo quiero estar – para escuchar tu voz y aprender de ti – quiero ser un reflejo de tu amor – Quiero vivir solo en tu voluntad – Jesús eres mi buen pastor – tu conoces mi camino – Jesús puedo confiar en ti – o mi Dios, me rindo Hoy.

.....Desde la eternidad fuimos concebidos para estar a bordo de este viaje
.... Desde el corazón del Padre a la eterna eternidad......

Con el cuidado de cada detalle y cada cosa colocada en su lugar, nuestro amado Dios crea su obra maestra (Adán). Y después a la que debería ser reflejo de su amada (Eva).
Después de experimentar ambos el gozo de la correspondencia del uno al otro, todo se prepara para iniciar este camino que tenia como impulso inicial el comer del árbol de la vida. Pero en realidad fue lo contrario. No sólo no comieron, sino que menospreciaron el proyecto de vida dado por Dios. Prefirieron la vida carnal y condenada a la vida de Dios, eterna y trascendente, el camino que los llevaría a Cristo.
Prefirieron crear su propio modelo, su propio camino, el cual es hasta estos días un eterno volver, fruto de vueltas y vueltas. Por más que se trate de arreglar y se generen una tras otra propuesta de vida. El mal sigue dando sus frutos, y el pecador lo único que produce son pecados. El eterno divorcio entre el reino de Dios y este sistema maligno que nos agobia ya está hecho. Es por eso que el clamor apostólico debe estar presente cada vez con mas fuerzas en nuestras vidas:
“Estamos en el mundo, pero no somos del mundo”
“Somos pasajeros a bordo de un viaje, un viaje sin retorno”

La tierra llena de pecado, la tierra comiendo y bebiendo, la tierra al son de lo presente.
En medio de esta aparente realidad, Dios llama a Noé, lo llama a iniciar un camino sin retorno, un camino que le significaría vivir en total contradicción al sistema mundano .

Noé habla del diluvio, habla de lo que se avecina como juicio para la tierra. Pero no es escuchado. Persiste, ganándose fama y burla, pero llega el día en que las cataratas de los cielos se abren, y las aguas inundan la tierra, y todo ser vivo perece, excepto los que estaban en el arca.
Pero hubo un momento, en que Noé fue demandado, demandado para iniciar un camino en el cual nunca volvería a ser el mismo.

Abundaron las semillas en el tiempo que pasó.
Desde la humedad oculta el milagro floreció;
la matita verde olivade la tierra levantó.
Unos siembran.
Otros riegan:el crecer lo ha dado Dios.
Con la lluvia primeriza sementeras empapó;
la tardía ha demorado:
se endurece el sequedal,
luego el sol la languidece,
la deprime un gran turbión,
y a pesar de la tormenta
¡nunca Dios la abandonó!
Dios lloró por nuestros ojos:la sequía fue total.
Todo el huerto agonizaba.
Dios también enmudeció.
Pero de los cuatro extremos
mana el agua de salud:
la tardía nos empapa:
¡Dios abrió su corazón!

Algo similar ocurre con Abraham. Cómo fue llamado de la tierra de los caldeos para nunca mas volver. Cómo, en medio de lo natural de la vejez de su matrimonio Dios manifiesta lo sobrenatural.
Cómo Dios en su amor, sorprende en cierta forma a Abraham prometiéndole un hijo. Qué hermoso, como lo sobrenatural de Dios se presenta al iniciar este camino. Abraham nunca mas fue el mismo, nunca.
Y en este camino, Dios le demanda lo que le había bendecido. Cómo habrá sido quebrantado ese corazón mientras caminaba por el monte junto a su hijo. Cómo habrá sido quebrantado en lo profundo cuando su hijo Isaac le preguntaba alguna cosa. Pareciera que ese camino nunca terminaría, hasta que llegan al lugar indicado, acomoda la leña, entre lágrimas coloca a su hijo sobre el altar y se apresta a quitar la vida al motivo del amor de su corazón, hasta que Dios lo detiene, y lo bendice aún más, de tal forma que su camino da vida a todo un pueblo.

Como dice en Hebreos:
“Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre esta tierra”. He 11:13
Cómo nuestro amado Señor busca que estemos de viaje, sin arraigarnos a nada que pueda impedir el cumplimiento de su plan sobre nosotros.

Vamos a lo desconocido
Vamos donde pocos ha ido
Sintamos el calor de sus brazos
Que nos refugien en su fiel regazo
Queremos irnos y no volver
Dejar nuestra parentela e intereses
Para que tu nos desees
Queremos dejar todo lo honrado
Para encontrarnos contigo amado
Queremos estar dispuestos
Cuando tu te acerques a nuestro puerto E irnos contigo
Para nunca mas experimentar que te has ido


Llegan los tiempos en que a Isaac le es buscada esposa, ella debía venir de tierras lejanas, de la parentela, no del mundo.
Rebeca era una joven como cualquiera de su tierra, pero Dios tenía un llamamiento especial para su vida (casarse con Isaac).
Ella partió sin dudar, no sabiendo del todo el costo que le significaría.
Cuando desde otro lugar fue llamada, seguramente palabras parecidas a estas resonaron en su corazón:

Oye hija, y mira, e inclina tu oído; olvida a tu pueblo, y la casa de tu Padre; y deseará el Rey tu hermosura; e inclínate a Él, porque Él es tu Señor.
Salmos 45:10-11

Podemos sentir en este tiempo la seguridad de su amor, la seguridad de su correspondencia, ya no más buscar afectos pasajeros, ya no más buscar situaciones que lo reemplacen (nunca pudieron), ahora emprendemos la marcha hacia Él, lo dejamos todo por Él, nuestra búsqueda cada vez se hace más intensa.
Cómo Dios fue encajando una a una las piezas de la historia, para que finalmente cada viaje tuviera fin la persona misma de Jesucristo.
Cómo Dios levantó a un joven, en medio de un sistema pagano, vendido por su familia, esclavo y tentado, pero siendo igual fiel a Dios. Que grande fue el rechazo de su familia que lo vio crecer, tenía todo para desviarse de este viaje, pero nunca se perdió, su temor a Dios fue mucho más y donde estaba José daba testimonio. Las circunstancias de alrededor no determinaron su servicio a Dios y fue la puerta para que el pueblo de Dios encontrara alimento en medio del hambre de la tierra.

Siglos más tarde, Dios sacó a su pueblo de la esclavitud de Egipto con poder y grandes señales
Salieron en un viaje cuyo fin temporal era la tierra prometida. Este viaje fue uno de los más tétricos de la historia.

De un pueblo que fue liberado con poder y gloria, queda una generación entera postrada en el desierto por pecar contra Dios, por iniciar un viaje pensando en volver, añorando lo que se dejó.

Toda una generación postrada, toda una generación dando vueltas sin cesar.

Pero Dios una vez mas tuvo misericordia y se guardó un remanente y su plan siguió adelante. En amor, en misericordia.

Qué hermoso, como llegaron y las murallas de Jericó cayeron una a una y la gloria de Dios trajo temor a todos los pueblos cercanos.

Pero la contaminación con otros pueblos, costumbres y herejías hicieron del pueblo de Dios una constante prueba de amor para nuestro Señor.

Es penoso como rechazaron su gobierno, el como quisieron tener la misma forma de gobernarse que los pueblos bajo la tutela del maligno. Tuvieron temor de ser únicos, quisieron parecerse y establecerse como todos los reinos.
“Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mi me han desechado, para que no reine sobre ellos”
Samuel 8:7
Como este pueblo quiso establecerse en lo temporal, y no mirando que su proceso histórico era una preparación para la llegada del anhelado Mesías.

En este contexto vemos a un joven, que apacentaba ovejas, éste nunca fue el mismo después que fue llamado a la presencia de Samuel. Después que fue ungido con aceite su vida se tornó en un sinnúmero de situaciones las cuales detonarían en su establecimiento como rey.

Un reinado lleno de vicisitudes, pero con un David entregado de corazón, muchas veces en pecado , pero con un corazón quebrantado.

Su vida nunca fue la misma.

Miremos nuestra vida. ¿Podemos ver o vislumbrar el momento bendito en que Dios nos llamó?

Ya sea con su voz o a través de otra persona, lo que nos hizo salir de la mera religiosidad y nos llevo a una etapa más elevada o mas profunda en el cristianismo. Esas personas no abundan.

El reinado se divide, los muros caen, la tierra se corrompe.

Llegamos a Jeremías. Cómo el pueblo es llevado cautivo, cómo es arrasada la tierra, cómo todo se desmorona, cómo los llevan esclavos a Babilonia, cómo otros huyen a Egipto, todo es el mismo caos.

La única forma de volver de este viaje sin retorno es siendo esclavo, porque no se puede volver libre.

Los tiempos de restauración llegan, Daniel, Oseas, Joel, Amós y los demás empiezan la restauración. Cómo se colocan en las manos de Dios y la restauración se empieza a manifestar.

Cómo en medio de esta esclavitud agobiante hay jóvenes que dicen NO al sistema y se deciden a vivir conforme a los caminos de Dios, caminos de fe.
Cómo todo el pueblo de la tierra se postra ante los ídolos y Daniel dice no. Cómo Oseas, habla de la seducción del Señor por su amada:

“Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón”.
Oseas 2:14

“Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.
Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás al Señor”
Oseas 2:19

Cómo ama el Señor, como puede amar a un pueblo que ha fornicado con todos los pueblos de la tierra, se ha corrompido, le ha sido infiel una y otra vez, como busca seducir a su amada.

Cómo Joel y Hageo ven hacia delante una futura llenura de Dios para su pueblo, de tal forma que el viaje empezará a llenarse de lo sobrenatural, ¡aleluya!. Estamos en esos tiempos..

Cómo una a una se van cumpliendo las profecías, cómo el panorama tétrico se torna cada vez más brumoso. Cómo se espera a un Mesías para liberación de un imperio y no para arrepentirse de sus pecados y tener la misericordia de Él. Y aún Dios ama.

Que maravilloso es el amor de Dios, como ama.

En aquel año (distinto a todos los demás) culmina la preparación. Aquellos que lo habían visto desde lejos, ahora se alegrarían.

Llega el año cero, el hijo de Dios es hecho carne y la gloria de Dios se hace presente en un cuerpo joven y frágil. Desde ese momento, la vida de María nunca fue la misma, nunca. Cambio todo su proyecto de vida.

¿Hemos pensado que nuestra vida debería ser de una forma determinada.?

¿Pensamos que lo educacional, afectivo, familiar se daría de otra forma?

Pero el Señor ha dicho otra cosa, sorprendiéndonos y poniéndose en nuestro camino y haciéndonos caminar sobre las aguas de una forma sobrenatural.

Como nuestro Señor abrió aquel libro, y la profecía de Isaías se cumplió en plenitud .
Aquel viaje divino y emocionante no lo empieza solo, muchos son llamados y pocos los escogidos.

Como uno a uno, los discípulos fueron seducidos, atraídos por su persona maravillosa. Dejaron padre, madre y todo lo que les mantenía arraigados a esta vida.

¿Las situaciones que estamos viviendo en nuestras diferentes etapas de la vida, nos arraigan más a este mundo o nos llevan a Cristo?

Cómo Pedro decide ir hacia Cristo caminando sobre las aguas, como se atreve, como va , no pensando en volver, pero el temor a caminar en lo sobrenatural lo sobrecoge.

¿Y si no es Cristo?
¿Y si me hundo?
¿Y si no es el tiempo?
¿Y?

Se empieza a hundir, pero Cristo lo toma y lo lleva a su lado.

Qué maravilla, todo viaje sin retorno que caminamos es probado, es puesto en duda.

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. 1 Juan 4:18

¿Cómo el apóstol Juan podía decir estas palabras’
Quizás hubieron temores en este seguir al maestro, pero después de algunos titubeos, le siguieron con todo hasta la muerte, pues nunca volverían, nunca.

A medida que le seguimos, su amor va manifestándose en nosotros, de tal forma que nuestra devoción por su persona es puesta a prueba:

¿Y ustedes también quieren irse?

Cómo ama y establece distintas instancias de comunión en la cual les dice una y otra vez que moriría y ese camino lo siguió solo, absolutamente solo, desde que lo anunció hasta su último suspiro, fue en la completa soledad.

“La plenitud de su amor se manifestó a nosotros cuando recibió como única respuesta la total indiferencia”.

Y los que le prometieron una y otra cosa, lo abandonaron y arrancaron en medio del temor.

Después de la victoria en el calvario, aquellos hombres temerosos entendieron que Cristo no era para ellos, sino que ellos eran de Cristo y no les quedaba otra cosa que seguirlo.

¿Qué cosas llevaré a la cruz de Cristo?:
¿Los ojos que resisten la pureza?
¿La tibia oposición ante el pecado?
¿La última soberbia de mi carne?
¿Mi lengua ingobernable y palabrera?
¿El peso de los bienes que me sobran,o aquellos, --codiciados--, que me faltan?
¿Qué cosas llevaré a la cruz de Cristo?

¿El goce de un rebelde vicio absurdo?
¿La vestimenta de la moda fatua?
¿La voz pagana de ese canto sucio?
¿Será el aburrimiento suicida?¿Será el escándalo de aquél fracaso?
¿Será mi boca; mi cerebro; el sexo?
¿Qué cosa llevaré a la cruz de Cristo?:
Decido ir yo mismo con mi vida;

Con todo el vértigo de mi vergüenza,
Con mi renuncia sin vacilaciones
Para morir con Cristo en el Calvario.
¡Escojo al Vencedor resucitado!
¡Te escojo a Ti, Jesús, mi eterno amado!

Si hacemos un paralelo de esto con los cantares, vemos que la amada rechaza dos veces al amado, una es cuando El viene por las colinas y montañas y la amada no lo sigue, la otra es cuando ella esta recostada cómodamente en su recámara y no abre la puerta al amado, (empieza a ver el precio que significa seguirle).

“Mi amado es mío, y yo suya”
Cantares 2:!6

Aprendiendo a amar

“Yo soy de mi amado”
Cantares 7:10

Como ama el Señor, que incluso al recibir el rechazo de su amada, igual ama, su amor permanece y su invitación a seguirle sigue intacta, diciéndonos con voces incesantes: ERES PARA MI, y como fruto de eso, YO SOY PARA TI.

¡¡Atráeme, Jesús, con cuerdas tuyas!
¡Atráeme, Jesús, con brazo santo!
¡Atráeme, Jesús, con tus aromas!
¡Atráeme, Jesús, con tus ungüentos!
¡Atráeme, Jesús, con tu silencio!
¡Atráeme, Jesús, con tu dulzura!
¡Atráeme, Jesús, con tu mirada!
¡Atráeme, Jesús, con tus favores!
¡Atráeme, Jesús, con tu palabra!
¡Oh Lirio de los valles, Lirio-lirio!

Atráeme del fondo de la noche;
del agujero de la peña tomami corazón desabrigado y frágil.
¡Atráeme, Jesús, por sobre el mundo!

¡Atráeme, Jesús, del charco negro!
¡Atráeme, Jesús, para tu gloria!
¡Oh Lirio de los valles, Lirio-lirio!

¡Atráeme, Jesús, hasta tus huellas!
Atráeme a tus pastos delicados
Y al dulce abrevadero de tu gozo;
Atráeme al plantío de tu gracia.
Atráeme hasta el fondo de tu pecho,

¡Atráeme, Jesús, amado Lirio!
¡Oh Lirio de los valles, Lirio-lirio!

Atráeme a la cumbre de tu solio;
¡Atráeme, Jesús, hasta tu gloria!
¡Atráeme, Jesús, con cuerdas tuyas!
¡Atráeme del cautiverio humano!
¡Atráeme, Jesús, al cielo-cielo!
¡Atráeme, Jesús, mi suave Lirio!
Atráeme a tu espléndido terreno,

Atráeme al rebaño consagrado;
¡Atráeme, Jesús, para que corra!
Que corra hasta el lugar donde apacientas

¡Atráeme a la fuente de tus aguas!
¡Atráeme, Jesús, a tus arroyos!
Atráeme al sesteo de tus santos.
Atráeme por tus misericordias;
¡Jesús, mi dulce Lirio, mi bandera!
¡Atráeme, Jesús, que quiero verte!
¡Atráeme, mansísimo Cordero !
¡Atráeme, Pastor de las ovejas,
Obispo protector del alma mía!
Atráeme de la mediocre marcha

Para correr en pos de Ti, mi Amado.
¡Oh Lirio de los valles, Lirio-lirio!
Te mostraré mi rostro fatigado;

Te mostraré mis manos abatidas;
Te mostraré mis lomos sacudidos.
¡Atráeme, Jesús, bajo tu sombra!

¡Atráeme, Jesús, manzano dulce!
Es tiempo en que la tórtola pregona

Que el frío invierno se ha cambiado en flores;
Que es tiempo que se canten mil canciones,
¡Atráeme, Jesús, para escucharte!

¡Atráeme, Jesús, para mirarte!
¡Atráeme, Jesús, para adorarte!
¡Atráeme, Jesús, con tu fragancia!
¡Atráeme, Jesús, con tu hermosura!
¡Atráeme, Jesús, con tus delicias!
¡Atráeme, Jesús, con cuerdas firmes!
¡Atráeme, Jesús, celeste Ungido!
¡Precioso Lirio, Dios manifestado!
¡Atráeme en los montes y en los valles!
¡Atráeme, Jesús, decide tú el momento!
Que yo te espero y corro hacia tu encuentro,
¡Oh Lirio de los valles, Lirio-lirio!

Oh llévame por tus alcores suaves!
¡Atráeme a los valles de tu gozo!
¡Jesús, Jesús, destilador de mirra!¡
Oh Cedro majestuoso! ¡Lirio-lirio!


Cómo es tratado nuestro egoísmo como Iglesia, cómo tenemos que renunciar a nuestra individualidad y dejarnos llevar por nuestro amado, respondiendo de manera tan imperfecta a su gran y eterno amor, pero responder.
Si en este caminar permitimos que el Señor nos enamore vamos a llegar a amar de esa forma, y por ejemplo, nuestras relaciones afectivas serán guiadas por ese amor o más bien dicho, impregnadas por ese amor, un enamoramiento distinto, un enamoramiento real. Algo nunca visto, nunca sentido, no experimentado aún.
El enamoramiento divino que estimulará nuestros sentidos será impregnado por aquel amor que lo inunda todo, lo llena de santidad y en reciprocidad unidos todos por un mismo amor, fluirá constantemente de uno a otro, y de todos hacia Dios.

Es un viaje en el cual nos encontramos, es un viaje que aumentó su paso desde el Pentecostés. Aquella multitud recibió la bendita unción del Espíritu que trajo a Cristo a sus corazones. Bendita vida de Dios que vino al hombre, bendita vida de Dios que los hizo renunciar a todo.
Cuántos proyectos de vida se truncaron, cuantos sueños, ambiciones y sedentarismo se vieron trastocados, aquella forma de vida cae para dar paso a la forma de vida de Cristo.
Se esparcen, predican, experimentan a Cristo, cuyos efectos vemos hoy.
Que nuestra generación diga al igual que en algún lugar del antiguo testamento:

“Señor, si tu gloria no va con nosotros, no queremos ir a ninguna parte”

Que frente a muchas decisiones que tenemos que hacer en este viaje sin retorno, no haya en nosotros ningún prejuicio, y tengamos la valentía de consultar al Señor y que El nos dé la respuesta.
Que no avancemos ningún milímetro en este viaje si Él.
Si bien, el nos respeta, démosle por amor, nuestras decisiones y que el decida. ¡Qué hermoso!. Cuántas situaciones hubiéramos dejado de hacer o estaríamos viviendo si le dejáramos a Él gobernar nuestra voluntad. Que su vida destruya todo argumento que se levanta contra Cristo, toda altivez, toda soberbia, todo egoísmo, para que así corramos la carrera que tenemos por delante.
Contigo nada es mío. ¡Nada es mío!Los cielos lo confirman: ¡Todo es tuyo!El astro sol se inclina en tu homenajey reverbera sobre el mar, que es tuyo.
La nieve que corona las montañas;la línea imaginaria de las sombras;el último suspiro de mi boca,y todo lo que aquí contemplo: ¡es tuyo!
Contigo, nada es mío, y sin embargo,en ti soy dueño universal de todo;mi suerte se involucra con la tuya.
Por sólo estar en comunión contigo,tener tu mente y pensamiento, oh Cristo,tendré feliz herencia con lo tuyo.

Hasta ahora, estamos cerca de nuestro amado, cerca de su venida, cerca de la mayor manifestación de amor de la historia.

Sigamos caminando junto a Él, sigamos pasando tiempo con ÉL, dejando cada día un momento para dedicárselo solo a Él.
Salgamos con Él a predicar el evangelio, salgamos con Él por las aldeas, entremos a las casas con ÉL y digamos : El Reino de Dios ha llegado a este lugar.
Amemos en Él, que el evangelio sea algo que seduzca, que nuestras miradas sean sus miradas, que sus caricias sea sus caricias, que su gozo sea nuestro gozo, que nuestra realización total sea hacer la voluntad del Padre como también lo es para Él.

Cómo ama, perdona, restaura, habla, demanda, escucha, se emociona, hace cariño, abraza, ve mas allá, sana, consuela, soporta, se niega a si mísmo, obedece, se quebranta, no puede hacer NADA sin que sea la voluntad de su padre.
Cómo se proyecta desde el principio al fin la hermosa relación del Padre con el Hijo, cómo entre ellos no hay secretos, como se aman.

Y nosotros, creación suya, somos invitados a seguirle como aquellos que fueron seducidos por lo que venía más adelante pero no alcanzaron a ver lo cumplido. Y también como aquellos que pudieron verle, y pudieron pasar muchos momentos con Él.
¡Cuánta falta nos hace pasar tiempo con Él!

Sigamos caminando y renunciando cada vez más a nuestro propio proyecto de vida, para que su vida en nosotros nos haga ver que quiere el Padre respecto a Cristo que está en nosotros y eso permanezca aún que todo se caiga a nuestro alrededor.


Inspiración en:
-Gisel Rojas
-Rubén Chacón
-Del Cielo a la tierra – Como el rocío de Hermón. Claudio Ramirez

Agosto 2001

Alberto Rojas comunidadescristianas@gmail.com

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